El Producto Interno Bruto, o PIB, es el valor total de los bienes y servicios finales producidos por un país, durante un tiempo definido. Cuando hablamos de bienes finales, nos referimos a aquellos bienes y servicios que el consumidor final compra.

Los indicadores del PIB se expresan en porcentajes, y nos revela si la economía avanza o no. Si el PIB indica una evolución, tenemos parámetros para interpretar que la economía mexicana está creciendo, pues la productividad de nuestro país incrementa y por lo tanto, es una buena señal que indica que hay mayores probabilidades de encontrar un buen trabajo, o que nos aumente el sueldo . Al contar con un ambiente propicio económico, tendrá mayor confianza en la estabilidad de sus ingresos y consumirá mayores bienes y servicios. Lo anterior impulsa el desempeño económico de nuestro país.

Las empresas utilizan los pronósticos del PIB para evaluar la situación de la economía y tomar decisiones importantes en cuanto a la expansión de sus actividades, por ejemplo, pueden pensar en invertir en nuevas franquicias, maquinarias o negocios y generar más fuentes de empleo. El PIB también funciona para tener idea de cómo se comportarán los precios y las tasas de interés en un futuro. En cuanto al resto del mundo, le envía señales para saber si es oportuno invertir en nuestro país.

Se enfatizan los rubros o actividades: las actividades primarias son aquellas donde se aprovechan los recursos tal y como los provee la naturaleza, por ejemplo, la agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza.

Las actividades secundarias se refieren a la minería, electricidad, agua y suministro de gas, construcción e industrias manufactureras; mientras las actividades terciarias son los comercios, servicios financieros y de seguros, transportes, correos y almacenamiento, servicios inmobiliarios, servicios profesionales, científicos y técnicos, entre otros.

Fuente: Secretaría de Economía