Tarde o temprano, todos nos enfrentamos a una situación financiera determinada- desde muy buena hasta muy mala- y caemos en cuenta que la enseñanzas de determinados hábitos y el aprendizaje respecto al tema del dinero y la riqueza que hemos acumulado desde la infancia están estrechamente vinculados con nuestra  situación actual.

Asimismo, es un error pensar que “ya habrá tiempo” para hablar de finanzas con los hijos y excluirlos de la planificación del presupuesto familiar. Pero hay gente que llega a ser adulta sin conocer de finanzas personales.

Efectivamente, desde pequeños debemos tener una conciencia respecto al ahorro y el saber gastar. Si desde l a infancia se nos  ayuda a desarrollar el potencial creativo, se nos inculca una cultura de negocios, temas de educación financiera y emprendimiento, de adultos seremos autosuficientes y creativos.

Es esencial que los niños cuenten con una disciplina, que sean constantes y pacientes para lograr cualquier objetivo que se propongan e incluso, en el mejor de los casos, en un futuro emprender sus propios negocios. Aquí algunos tips para lograrlo con facilidad.

1.- Emplea técnicas sencillas y directas

Dada su temprana edad se debe de tocar temas que sean atractivos para ellos a través de juegos, exposiciones o ferias de educación financiera en las que aprenderán el valor del dinero.

Desde los dos años de edad los niños ya comienzan a demostrar sus propios deseos; este es el momento de iniciar la educación financiera, compartiendo con ellos el proceso de intercambio de dinero por productos, por ejemplo.

2.- Educación y formación

Son los dos pilares fundamentales que debe recibir un niño, con ellos podrán emprender todo lo que se propongan y más adelante contarán con la visión de captar oportunidades de negocio que otros ignoran y los desarrollarán antes que otra persona.

Desde pequeños se les pueden encargar tareas a cambio de recompensas, desde un dulce, tiempo de televisión o una paga, así sabrán que el dinero no “cae del cielo” sino que hay que ganárselo.

3.- No los subestimes

Los adultos no somos los únicos que tenemos pasiones, los niños también deben hacer aquello que más les guste, y para lograr esto hay que saber motivarlos para que mantengan el entusiasmo en el proyecto que quieren.

Pero también enséñales a que cada elección implica seleccionar una cosa y descartar otra, además de enseñarles a elegir según sus necesidades y preferencias. De esta manera se darán cuenta que aquello que quieren requiere renunciar a otras cosas y aprenderán a decidir por lo más apropiado.

Así los niños se acostumbrarán a ser conscientes de sus decisiones económicas también, y podrán adquirir buenos hábitos financieros.

4.- Incentiva el ahorro

Los niños deben aprender a reconocer las necesidades y los deseos, así como las prioridades; planear metas a corto, mediano y largo plazo; a ganar dinero, a buscar mejores precios, a tener un plan de ahorro e incluso a invertir.

Los padres pueden llevarles un pequeño ahorro, es bueno decirles que por cada $20.00 que ahorren en el “banco” (los papás) les regresará una cantidad extra (“intereses”)

En este sentido, los padres deben sacarle provecho a la tecnología y decirles a sus hijos que descarguen aplicaciones con las que puedan llevar el seguimiento de sus gastos y en las que se enseñen a hacer presupuestos.

Asimismo llévalos a realizar las compras del hogar y que te ayuden a comparar precios. También los puedes motivar para que acuda con un ejecutivo bancario y pregunte las opciones para abrir una cuenta de ahorros, indague por las comisiones y todos los requisitos. Ayúdalo a analizar la información para tomar una decisión.