La contingencia sanitaria internacional provocada por la enfermedad COVID-19 en México puede revertir los avances en desarrollo social de la última década y comprometer la capacidad de recuperación económica de los hogares. Por ello, es necesario desplegar los recursos e instrumentos disponibles para amortiguar el impacto priorizando a los grupos que enfrentan mayor afectación y que presentan mayor vulnerabilidad.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) elaboró el documento La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID19) en México para contribuir con los esfuerzos del Estado mexicano para enfrentar esta coyuntura, aportando elementos para la discusión pública y la toma de decisiones, especialmente en materia de desarrollo social.

La conclusión general del documento es que esta crisis puede revertir los avances de México en materia de desarrollo social y que afectará en mayor proporción a los grupos más vulnerables.

Ante este desafío, es necesario ampliar y fortalecer las medidas emergentes de respuesta desplegadas a partir de los programas prioritarios, mejorar la capacidad operativa de éstos, asegurar que beneficien prioritariamente a la población en situación de pobreza y de vulnerabilidad, así como considerar medidas adicionales de atención a quienes pierdan su fuente de ingreso, como resultado de la contingencia, y a los sectores urbanos más expuestos a afectaciones.

La pandemia de la COVID-19 nos enfrenta a la urgente necesidad de promover:

1) la construcción de un sistema de protección social resiliente a eventos críticos o de crisis, y

2) el avance del cumplimiento de los derechos sociales.

México enfrenta esta contingencia en condiciones de vulnerabilidad debido, entre otros elementos, a altas prevalencias de diabetes y enfermedades cardiovasculares, precariedad laboral y estancamiento económico, carencias en el acceso al agua, hacinamiento, y brechas en el cumplimiento de derechos sociales: salud, alimentación, educación, seguridad social y vivienda.

Entre los temas que refleja también el documento se encuentran datos como los siguientes:

  • La pobreza por ingresos se podría incrementar entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, teniendo un incremento de la población en situación de pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020, mientras que para la pobreza laboral se estima un aumento de 37.3% a 45.8% en el segundo trimestre del 2020.
  • Es necesario considerar que hay sectores de la población que afrontan esta pandemia con mayores desventajas, por ejemplo: las mujeres, los trabajadores tanto del sector formal como del informal, las personas desempleadas y las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyME), los jornaleros agrícolas, y niñas y niños, cuyo aprendizaje se ve afectado por falta de acceso a las nuevas tecnologías.
  • La crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleven a encontrarse en condiciones de pobreza o vulnerabilidad.
  • Se espera que las afectaciones económicas más intensas se observen en las ciudades, por lo que los programas que se dirigen al sector urbano se tornan de mayor relevancia durante la emergencia.
  • La falta de políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio puede aumentar la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso.
  • Asimismo, es necesario impulsar medidas de mediano y largo plazos imprescindibles para recuperar una trayectoria de crecimiento incluyente y construir un sistema de protección social con enfoque de derechos sociales resiliente a eventos críticos o de crisis.
  • Las estimaciones que se presentan sobre la pobreza por ingresos y la pobreza laboral se realizaron con la información con la que se cuenta hasta este momento.