Uno o varios de estos sellos verás ahora en tus productos de consumo alimenticio, pues a partir de este jueves 1° de octubre se aplicarán sanciones a empresas que no apliquen en nuevo etiquetado:

Podrías encontrar hasta seis sellos en los productos:

  • Exceso de calorías
  • Exceso de sodio
  • Exceso de grasas trans
  • Exceso de azúcares
  • Exceso de grasas saturadas
  • Evitar o no recomendable en niños

Este 1° de octubre entra en vigor el nuevo etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, medida que permitirá combatir las enfermedades no transmisibles, y por cual nuestro país fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El nuevo etiquetado es resultado del esfuerzo de un grupo de expertos que integraron evidencia científica para amparar políticas públicas que defienden el bienestar y el derecho a la información de las y los mexicanos.

Esta herramienta permitirá conocer si el contenido -en términos de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio- rebasa los niveles adecuados para mantener la salud; es decir, empoderará a las y los consumidores para la toma consciente de decisiones, a fin de reducir los niveles de obesidad y sus consecuencias sobre la morbi-mortalidad que produce la diabetes, el cáncer, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y también COVID-19.

En la modificación a la NOM 051 de especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, participaron la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), organismo de quien depende esta norma, la Subsecretaría de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía que coordinó su proceso, así como del Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac).

Otros actores clave que contribuyeron en la producción de evidencia científica para lograr un etiquetado frontal fueron el Instituto Nacional Salud Pública (INSP), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).