Las aseguradoras mexicanas intentan detener los fraudes de los que son objeto, un delito que, reconocen, les ha golpeado en varios ámbitos. Aquí te contamos cuáles son los más comunes, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

Comprar seguros de vida, normalmente con pólizas altas, y después, de maneras misteriosas, el asegurado muere dejando “triste y con dinero” a la viuda o viudo.

La AMIS detalla la historia de un hombre que cobró el seguro de vida tres parejas: dos esposas y una novia con la cual se casaría; pretendía cobrar el seguro de una cuarta mujer, pero se le logró identificar y detener.

También se detectaron casos en los que se suplantaron cadáveres, o bien se intentó cobrar seguros de personas que no murieron o que lo hicieron muchos años antes.

Este tipo de fraudes se dan, sobre todo, en seguros colectivos; es decir, es éstos entran al quite principalmente familiares que se hacen pasar por el asegurado o a quien se va a asegurar suplantando el nombre de otras personas.

El seguro por este tipo de siniestro es otro de los que más padece el mundo de las aseguradoras, de acuerdo con su presidente Recaredo Arias Jiménez. El principal motivo es el sobreprecio; por ejemplo, en un negocio que sufrió este tipo de siniestro, el valor de la mercancía era mayor al que realmente tenía.

Sin precisar nombres, mencionó el caso de una empresa, cuyo dueño era amigo del exgobernador de Puebla, Mario Marín, donde pretendieron cobrar el seguro de daños por incendio por prendas recién elaboradas y de alto valor, pero en realidad sólo había retazos de tela, por lo que luego del peritaje sólo se pagó el monto correspondiente.

Se asegura un auto varias veces para que, cuando se accidente, se pueda “duplicar” el accidente y con ello cobrar más de una póliza. Además, en este sentido también ha quedado demostrado que el defraudador busca recrear o modificar el accidente.

CON INFORMACIÓN DE UNO NOTICIAS