Muchas personas ven una tarjeta de crédito como un peligro para sus finanzas. Por supuesto la experiencia personal, pero también la de la conciencia colectiva, como la de quienes pasamos muy mal con el, mal llamado, “Error de diciembre en 1994”, en aquel entonces todo crédito nos llevó a una crisis financiera muy importante. Entonces, visto así, los riesgos que las tarjetas de crédito pueden traernos no solo a las finanzas personales, sino a la vida familiar e incluso a la salud, son mayúsculos.
Sin embargo, una tarjeta de crédito hoy en día puede ser una aliada si aprendemos a utilizarla correctamente, incluso se le puede sacar mucho provecho.
Haz de tu tarjeta de crédito una aliada
Con estas claves, puedes hacer de tu tarjeta de crédito una de tus mejores herramientas para cuidar de tus finanzas personales.
- Conoce bien tu tarjeta: nunca olvides que tu TDC no es dinero extra, sino un préstamo que deberás liquidar en un plazo determinado.
- Ten presentes las fechas de corte y pago: ello te evitará dolores de cabeza y podrás sacarle más provecho a los beneficios que te brinda la tarjeta.
- Procura pagar más del mínimo: si abonas más del mínimo requerido, liquidas más rápido tu deuda y generas menos intereses. Paga por lo menos tres días antes de la fecha límite, ya que una pequeña deuda se puede multiplicar muy rápidamente debido a los intereses y comisiones.
- Puedes no pagar intereses: para ello planifica tus compras, se recomienda que las realices los primeros días después del corte y de efectuar tu pago, así tendrás 50 días para liquidar y no generar intereses.
- Sácale provecho: utiliza tu crédito y los meses sin intereses en productos que sean duraderos.
- Nunca la sobregires: todas las TDC tienen una línea de crédito y al sobrepasar ese límite significa que has usado en su totalidad el dinero disponible, lo que puede generar un historial crediticio negativo, además te será más difícil pagar esa deuda.