En la tradición verbal se suele aseverar que “el dinero no da la felicidad”; aunque, de su abundancia o carencia se pueden desprender situaciones que afectan nuestro estado de ánimo e incluso, en casos extremos, nos causan problemas de salud física y mental.

Investigadores y financieros aseguran que si bien el dinero cubre las necesidades que se tienen en lo personal y con la familia más allá de eso no hay una correlación entre riqueza y felicidad. Lo cierto es que contar con un fondo para adquirir lo necesario y vivir en paz es indispensable, pues ante la carencia económica se presenta la ansiedad, insomnio y mal humor, lo que termina por derivar en problemas digestivos y cardíacos.

Desde hace tiempo, una epidemia silenciosa e invisible está presente en la humanidad y se llama “estrés financiero”, causado por una mala administración entre ingresos y egresos. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, el 36.2% de la población mexicana reportó tener una deuda, 17.1% consideró que el nivel de lo que debe era alto o excesivo mientras que 48.9% lo calificó como moderado.

Dicha situación genera presión en el estilo de vida de muchos, ya que 48.4% de quienes participaron en esta encuesta manifestaron su preocupación de que sus deudas se acumulen y 16.1% admitió que lo que debía era excesivo. Por si fuera poco, 36.9% ya se encuentra en un nivel alto de estrés financiero y 34.9% reconoció que padece de algún malestar como hipertensión, dolor de cabeza, gastritis o colitis por esta causa.[1]

El problema es que, al desarrollar este estrés, muchos caen en un estado de negación, lo que les impide ver los focos rojos que están afectando su entorno. Peor aún, pueden incurrir en sobreendeudamiento al adquirir más préstamos con la equivocada idea de “tapar un hoyo haciendo otro”. Al final, los intereses de unos y otros préstamos terminan por devorar la tranquilidad del acreditado.

Ante esta situación y considerando que el estrés financiero no es un problema que deba minimizarse, ignorarse o postergarse, Creditea te da una lista de acciones clave que permiten identificar la situación en la que se está y con ella definir una estrategia a partir de la realidad.

  1. Identifica cuánto dinero tienes, en qué se gasta y cuánto debes.
  2. Detecta qué tienes y qué necesitas para vivir sin preocupaciones en tu presente y prepararte para tu futuro.
  3. Administra de manera sensata los gastos y evita compras impulsivas o innecesarias.
  4. Considera un porcentaje de tus ingresos para tu ahorro y en caso de ser necesario utiliza lo que tengas guardado para hacer frente a imprevistos y contingencias, para que esto afecte lo menos posible tu estabilidad financiera.
  5. Mantén las decisiones financieras que tomes y que te ayuden a reducir el estrés financiero.

Es una realidad que el manejo adecuado de las finanzas tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y en el presente que se traduce en un futuro tranquilo con un bienestar emocional. El secreto, para mantener la paz financiera se reduce en ser disciplinado y perseverante.