- Erradique el impulso de comprar.
¿Vio algo que le gustó? Dese 24 horas para meditarlo. Pasado ese tiempo lo más probable es que no lo compre (si es que era tan sólo un impulso).
- Busque sustitutos de bajo costo.
Haga un pequeño ajuste. Elija productos más económicos en sus compras como marca propia y nuevos productos en promoción.
- Reduzca sus visitas al súper.
En lugar de cada semana, vaya al súper una o dos veces al mes. Si gusta de checar las tiendas on line, mejor lea un libro o escuche música. ¡Aléjese!
- Controle su ego.
El sentido de respeto a uno mismo al tomar decisiones financieras inteligentes debe valer más que su ego. Evalúe qué cambios puede hacer de acuerdo a su cartera. Ser financieramente seguro es más sexy. Compruébelo.
- Maneje menos.
Utilice la bicicleta o el autobús de vez en cuando. También puede promover con su jefe una sesión de trabajo en línea desde su hogar una vez a la semana. Los viernes, por ejemplo. Ahorro seguro.
- Ajuste sus servicios.
¿En verdad necesita 800 canales de TV? ¡Y además Netflix! ¿Dos líneas en casa con internet incluido? Revise sus cargos mensuales y reevalúe sus contrataciones.
- Coma Menos en la calle
Planeé bien sus comidas en la calle; y si no hay de otra, evite los refrescos y el alcohol. Agua simple es lo mejor para su presupuesto y su salud.
- Busque y utilice programas de descuento.
Cada día más ofertas en todo tipo de artículos se exponen en línea. Mercado Libre, Linio, Groupon (esta última NO ofrece muchos descuentos, pero de cuando en vez aparecen buenas ofertas). La idea es reducir el gasto.
- Cancele la membresía de su Gym.
Este es un gasto que sin duda se puede evitar. El ejercicio tiene mil formas.
- Haga de su hobbie un negocio.
Una su pasión con el emprendimiento. Lo que más le gusta puede monetizarse. No se hará rico, pero algo es algo.
Fuente: thebalance.com