Los Certificados de Capital de Desarrollo o CKD son instrumentos de inversión creados por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que entraron en vigor el 10 de agosto del 2009. Se les encuentra listados en los intrumentos de capital, junto a las acciones, las fibras y los títulos opcionales. Con su establecimiento, la BMV inauguró el mercado de capital de desarrollo en México.
Los CKD están enfocados al financiamiento de actividades y proyectos que consumen recursos a corto plazo y generan flujos a largo plazo, como los de infraestructura, inmobiliarios, empresariales, mineros y de capital privado, entre otros.
Los CKD’es son valores que emitirán fideicomisos, apoyarán la canalización de recursos de inversión a sectores y actividades en crecimiento y aportarán, flexibilidad y nuevas alternativas de diversificación de portafolios a Inversionistas Institucionales y Calificados de nuestro país.
Se definen como títulos o valores fiduciarios destinados para el financiamiento de uno o más proyectos, o para la adquisición de una o varias empresas promovidas (en quiebra).
Su rendimiento está vinculado a los bienes o activos subyacentes fideicomitidos.
Los rendimientos otorgados no son producto del pago de principal ni de intereses predeterminados, sino del usufructo y beneficios de cada proyecto.
Características de los CKD’s:
- Los CKD’s se listan en cualquiera de las dos bolsas de valores.
- Apoyan la canalización de recursos de inversión.
- Son instrumentos que generan rendimientos.
- Las afores pueden invertir en Certificados de Capital de Desarrollo.
Diferentes de otros instrumentos de inversión, los CKD cuentan con un plazo de liquidación o vencimiento fijo que puede ser hasta de 50 años, características que los distingue de las acciones.
En contraste con los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) en los que cualquiera puede invertir, en los CKD sólo se pueden emitir a inversionistas calificados, y con la restricción de que deben ser 20 mínimo, lo que los hace un instrumento de inversión cuyo diseño es atractivo para las Afores y aseguradoras, entre otros.
Con los bonos de deuda, las empresas emisoras adquieren la obligación de pagar a los tenedores el monto de su inversión más un interés y se convierten en acreedores de la emisora; los CKD, a diferencia de los títulos de deuda, representan una parte del capital de los activos de la empresa a la que financian, y los inversionistas se tornan en socios capitalistas.
Sin valor nominal, los CKD sólo tienen un valor de referencia, y el emisor no está obligado a pagarlo a los tenedores, debido a la naturaleza de estos instrumentos: son variables e inciertos y dependen directamente del usufructo y beneficio de cada proyecto.