Desde la adolescencia muchos sueñan con ser independientes, tener un trabajo estable y comenzar a vivir solos. Sin embargo, los tiempos actuales son más complicados y es importante saber que al tomar esta decisión no sólo implica separarse de los padres, sino también una serie de responsabilidades económicas que necesitas aprender a manejar.
En conjunto con la Condusef te comparto estos tipos que pueden ayudarte a organizar un plan para lograr tu objetivo.
Antes de volar
Ponte un plazo, digamos unos tres años, puede parecer mucho de inicio, pero estar en casa de tus padres da la ventaja de ahorrar dinero suficiente para afrontar los gastos que tendrás que asumir al 100% cuando vivas solo.
Haz tu balance
Anota tus ingresos y todos tus gastos incluyendo el pago de deudas (si las tienes) y salidas con los amigos. Para lograr que tus gastos sean menores a tus ingresos no es necesario que dejes de divertirte, se trata de optimizar los gastos para poder lograr tus metas.
Una vez que adoptes el hábito del ahorro, es tiempo de hacer crecer tu dinero. Existen diferentes opciones que pueden ayudarte a lograrlo; los fondos o sociedades de inversión, los cetes (a través del programa Cetesdirecto), o las aportaciones voluntarias a tu Afore. Invertir te ayudará a lograr más rápido tu propósito, que si solo ahorras.
Es hora de hacerte de una buena reputación
Para crear un buen historial en el buró de crédito, una alternativa es contratar una tarjeta de crédito, que bien utilizada podría en un futuro ser tu carta de presentación al solicitar un crédito automotriz o más adelante, un crédito hipotecario.
Si ya te sientes listo
No olvides que en esta nueva etapa en la que te harás cargo de todos los gastos de tu nuevo hogar es necesario que seas constante y no dejes de informarte acerca de temas financieros para poder tener una mejor calidad de vida.