Cada vez con mayor frecuencia las empresas nos dan opción de comprar a meses sin intereses, aunque no siempre es una realidad; a veces si pagas de contado el precio es menor y entonces sí se cobran intereses.
Sin embargo, esta facilidad es demasiada tentación y muchas veces compramos lo que no necesitamos.
Conviene comprar o pagar si realmente el precio es igual al que si lo pagaras de contado.
El esquema a meses sin intereses permite adquirir productos y servicios con una tarjeta de crédito al
mismo precio que si los compraras de contado, a plazos que van de los 6 a los 18 meses.
Esta opción te beneficia si la usas adecuadamente, pues te permite adquirir cosas que quizá no podrías adquirir de contado. Para saber cuándo sí y cuándo no adquirir bienes bajo este esquema, sigue estas recomendaciones:
- Presupuesta tus compras: antes de comprar un producto pregúntate si lo necesitas o sólo lo adquieres porque está en promoción.
- Compara precios con distintos proveedores, eso te permitirá darte cuenta si realmente
pagarías el mismo precio a meses que si lo compraras de contado. - Haz cuentas: divide el importe de la compra entre el número de pagos a los que te estás
comprometiendo e inclúyelo en tu presupuesto. Considera en tus cuentas otros adeudos y compromisos financieros. - Utiliza este esquema para comprar bienes cuya vida útil se prolongue más allá de tu deuda (por ejemplo electrodomésticos). No es recomendable utilizar este esquema para compras menores o productos que pierden su valor en el corto plazo como ropa, zapatos, juguetes o regalos.
- Cumple con tus pagos: si no cumples con una de las mensualidades, ésta se convierte en deuda ordinaria que comenzará a generar intereses.
- Suma tus pagos: generalmente, las promociones te dicen cuánto pagarías cada mes. Así los pagos parecen fáciles de asumir, pero si te excedes en la compra de artículos, los pagos mensuales serán difíciles de pagar.