Si deseas contratar una tarjeta de crédito, compara distintas opciones antes de decidirte por una. Toma en cuenta:

Tu estilo de vida

Hay tarjetas específicas para mujeres, universitarios, empresarios, otras
te brindan servicios especializados. Por ejemplo: si viajas mucho, te conviene una tarjeta que te permita acumular millas, obtener boletos de avión gratis o contar
con el servicio de asistencia en viajes y reservaciones.

Por los servicios que ofrecen, este tipo de plásticos pueden tener mayor costo. Por eso, antes de contratar uno, cerciórate de que aprovecharás los beneficios.

Tu ingreso

El tipo de plástico que el banco puede ofrecerte va en función de los ingresos
que puedes comprobar: las tarjetas clásicas te piden comprobar menos ingresos que las Oro o Platinum, pero también otorgan líneas de crédito más bajas y brindan menos servicios.

Antes de contratar una, considera tus compromisos financieros y calcula tu capacidad de pago: resta a tus ingresos mensuales tus gastos fijos, incluidas las cantidades para pagar otros créditos y lo que ahorras.

Tus hábitos de consumo

Si utilizas poco la tarjeta, te conviene una que cobre menos comisiones y una
anualidad baja, aunque ofrezca menos beneficios.

Si, por el contrario, la usas mucho, te convendrá más aquella que ofrezca
protección a tus compras con un seguro contra fraudes o un seguro de
compra protegida, aunque su costo sea mayor. Un plástico que ofrezca
beneficios por tus compras (por ejemplo, puntos acumulables) también puede serte útil.

¿Cuánto cuesta?

Compara el Costo Anual Total (CAT). Éste es una medida que incorpora en una cifra la tasa de interés, la anualidad y otros gastos relacionados con el crédito. A mayor CAT, el costo del plástico es mayor.

Tu patrón de pago

¿Eres totalero o sólo pagas el mínimo? Cuando sólo haces pagos mínimos e incluso te atrasas en pagar, te conviene un plástico con una tasa de interés baja. Si en cambio, cada mes realizas el pago para no generar intereses, la tasa de
interés no es un factor a tomar en cuenta, pues nunca pagarás intereses. Fíjate en otros beneficios y en la anualidad que te cobra.

Tu historial crediticio

El historial crediticio es tu carta de presentación cuando solicitas un crédito. Si tienes malas notas o no tienes antecedentes crediticios, difícilmente te darán una tarjeta. Las tarjetas garantizadas son una opción para crear (y en algunos casos mejorar) tu historial crediticio. Pero considera que para que te den el plástico debes dejar un depósito como garantía.