Nadie sabe lo que puede acontecer en el futuro, lo que hoy se planifica con mucho cuidado, mañana puede verse afectado o cambiar por diversos factores inesperados que pueden traer consigo problemas económicos y, en muchas ocasiones, perder o no alcanzar las metas que tanto trabajo te ha costado lograr.

Para que no te suceda

Es de vital importancia que siempre estés preparado para enfrentar una situación de emergencia, lo que evitará un desajuste en tus finanzas o caer en sobreendeudamiento.

Hacer tu presupuesto, contar con un fondo de ahorros para las emergencias, contratar un seguro así como fijarte bien en los productos y servicios financieros que contratas, son sólo algunas de las acciones que puedes llevar a cabo para evitar que tus planes se vean afectados.

Posiblemente cuentes con el hábito del ahorro, pero no olvides que además de guardar dinero para alcanzar tus metas: independizarte, comprar un auto, comprar una casa, o irte de vacaciones, también debes destinar una parte de este ahorro fijo a un fondo de emergencias.

Fondo de emergencia

Lo primero que tienes que hacer es calcular los gastos fijos que tienes en el mes. Enfócate en los gastos básicos como alimentación, recibos (luz, teléfono), renta, gasolina, colegiaturas… Súmalos y deja fuera aquellos que no son necesarios o puedas postergar, como comidas fueras de casa, vacaciones o alguno que otro gusto.

Este ejercicio te ayudará a saber la cantidad que necesitas mensualmente para vivir, y será la misma que deberás constituir para formar tu fondo para emergencias, ya que este se calcula en función de tus gastos, no de tus ingresos. Analiza también tu situación familiar, si eres el único que aporta económicamente en tu hogar o si alguien fuera de tu casa depende de ti, etc.

Aunque no existe un consenso acerca de la cantidad que debes guardar en tu fondo para emergencias, la recomendación es cubrir un monto de tres a seis meses de tus gastos. La idea es que sea suficiente para que te puedas sentir tranquilo en caso de que se presente un imprevisto.

Después de una emergencia, procura recuperar el dinero del ahorro lo más pronto posible. No utilices ese dinero como una caja chica, una emergencia no es aprovechar una oferta o tomar unas vacaciones, esos gastos los puedes postergar o bien, considéralos dentro de tu ahorro y destina una parte para este rubro.

Asegura tu patrimonio

Toma en cuenta que los fondos de emergencia son para cubrir determinados gastos en caso de que se presente un imprevisto, por ejemplo, quedarse sin empleo. Para cubrir los gastos que implica un accidente, enfermedad o en caso de que fallezcas, lo ideal es que contrates un seguro.

Finalmente te recomendamos contratar el seguro que mejor se ajuste a tus necesidades y bolsillo, claro que esto dependerá de la etapa de vida en la que te encuentres. Lo importante es que siempre cuentes con una protección en caso de presentarse un evento desfavorable.