Si aún no estás listo para el regreso a clases, es momento de hacer un plan para no quedar «en la ruina». Especialmente considera si vale la pena solicitar un crédito u optimizar tu estrategia para la compra de útiles y uniformes, entre otras cosas que implican el regreso a la escuela.

Prevé y haz un plan

Antes de comprar todo lo que tienes en mente, consigue la lista de útiles y uniformes escolares. Esto te permitirá conocer a detalle lo que tus hijos necesitan, también podrás verificar si existe algo que puedan reutilizar como: tijeras, mochilas, loncheras, calculadoras, etc., recuerda que no todo debe ser nuevo. Y sobre todo para comparar precios, marcas y calidad de productos con diferentes proveedores.

Toma en cuenta que entre más se aproxime la fecha de inicio a clases, los costos suelen elevarse debido a la demanda en estos artículos.

En algunas localidades del país y delegaciones de la Ciudad de México se llevan a cabo ferias de útiles escolares, organizadas por la PROFECO. En ellas se ofertan materiales y uniformes a bajo costo. Matente  al pendiente de la publicación en www.gob.mx/profeco, para conocer las fechas y ubicación de la que se encuentre más cercana a tu domicilio.

El beneficio del ahorro
Si fomentas en tus hijos el cuidado de sus útiles escolares, para el próximo ciclo escolar podrías ahorrarte algunos pesos. Enséñales que el dinero que tienes para comprarles lo que más les gusta, se obtiene a base de trabajo y esfuerzo.
También debes considerar que durante el ciclo escolar se pueden presentar algunos gastos extras como: regularizaciones, actividades deportivas o artísticas, excursiones, paseos, entre otras. Por lo que es bueno que cuentes con un ahorro de emergencia, para solventar estos gastos y no desequilibrar tus finanzas.

No más de lo necesario
Si los gastos de vacaciones fueron más de lo planeado y no cuentas con solvencia económica, una buena opción es comprar únicamente lo indispensable (libros, cuadernos y uniformes) y esperar unas semanas más para realizar las compras que te falten. De esta forma evitarás pedir prestado o adquirir un crédito de último momento, además semanas después del inicio de clases los precios suelen disminuir.

Por otro lado, tener la opción de pedir un crédito, te da flexibilidad financiera para amortiguar tus gastos, pero a pesar de ser una gran herramienta financiera, si no cuentas con la capacidad para pagarlo, puede traerte varios problemas. Por eso es importante que lo utilices con responsabilidad e inteligencia para que no expongas tu economía.