Nadie se encuentra exento de una eventualidad, pero todos podemos prevenirla contando con un fondo de emergencia. Aquí 5 pasos para armarlo:

1. Calcula tus gastos fijos. Identifica y contabiliza tus gastos mensuales como el
pago de luz, agua, teléfono, renta, alimentación, etc., así tendrás una idea de la cantidad que necesitas para cubrirlos y del monto aproximado que acumularás en tu fondo.

2. Define tu meta financiera. Considera que debes determinar en pesos y centavos a cuánto ascenderá el monto que contendrá. Por ejemplo, si requieres $1,000 para tus gastos fijos, lo recomendable es que con lo que ahorres en el fondo puedas cubrir de tres a seis meses de tus gastos. Además, es muy importante que desde el momento de la creación establezcas que lo utilizarás exclusivamente para emergencias como: reparaciones del auto, accidentes, gastos funerarios, gastos médicos, etc.

3. Haz cuentas. Calcula cuánto tienes que ahorrar —al recibir tu ingreso— para que puedas cumplir tu meta. Contempla este monto de ahora en adelante en tu presupuesto. Ten en cuenta que el uso de la tarjeta de crédito para emergencias puede alterar tus finanzas.

4. Fácil acceso. No significa que guardes tu dinero en el cochinito —porque
puedes perderlo—, lo adecuado es abrir una cuenta bancaria y que lo coloques ahí, así tendrás el control de tus recursos y además los administrarás correctamente. Al abrir la cuenta, revisa: el contrato, el monto mínimo para poder abrirla, el costo de las comisiones (por manejo de cuenta o por no mantener el saldo) y cómo te proporcionarán el acceso a tu dinero tarjeta de débito o chequera).

5. No lo dejes para después. Es probable que te lleve tiempo construirlo pero lo importante es que no desistas en el proceso.