Si el próximo año tienes el firme propósito de sanear tus finanzas personales y hacer un plan que te permita tener mayor equilibrio en tu economía, lo primero que debes hacer es conocer tu patrón de consumo.
Al tener un registro puntual de lo que ganas (ingresos) y lo que gastas (egresos), podrás tener claridad de dónde queda tu dinero (en qué lo gastas) y evaluar si es lo más adecuado o tienes algo que cambiar. El patrón de consumo es una radiografía de tus finanzas que te ayudará a identificar los huecos donde se derrocha tu dinero y las áreas de oportunidad para el ahorro.
Cuando uno empieza a identificar en qué se le va el dinero, puede empezar a administrarse mejor.
Cuando identifiques tu patrón de consumo, conocerás la cantidad de dinero que puedes ahorrar y así comprometerte con tu ahorro.
¿Cómo saber mi patrón de consumo?
Anota en una tabla todos tus ingresos, es decir, todo el dinero que recibes por diferentes motivos. Los ingresos pueden ser:
- Ingresos fijos. Dinero que recibe periódicamente (sueldo, alguna renta o pensión de jubilación, etc.).
- Ingresos variables. Son los que no se reciben de manera constante (horas extras, comisiones, premios, ganancia por alguna inversión que haga, trabajos independientes, aguindaldo o herencias).
En otra columna anota tus gastos. Es decir, registra todo el uso que le das al dinero. Ya sea por necesidad, por obligación o por gusto. Los diferentes tipos de gastos son:
- Gastos fijos: Son salidas de dinero permanentes en el corto plazo, con las que siempre hay que cumplir (renta, cuota del crédito hipotecario, mensualidad de colegios o algún pago para educación, impuestos, servicios públicos, alimentación, útiles de aseo, transporte, servicios de salud, seguros, pago de otro tipo de créditos u obligaciones, entre otros).
- Gastos variables: Salidas de dinero que se presentan y que son difíciles de controlar (vestido, emergencia de salud, viajes, entretenimiento y diversión, compra de regalos en una fecha especial, imprevistos, entre otros).
¿Qué obtendré con mi patrón de consumo?
Cuando hagas la diferencia entre tus ingresos y egresos, restando estos últimos a lo que ganas, podrás tener un balance de tus finanzas personales.
- Saldo positivo. Los egresos son menores que los ingresos, y por tanto es posible generar ahorro.
- Saldo cero. Se gasta todo el ingreso, por lo que se tendrán dos opciones, aumentar el ingreso o reducir el egreso, para generar posibilidades de ahorro.
- Saldo Negativo. El egreso es mayor que el ingreso por lo que es urgente establecer un plan de austeridad para reducir gastos.