Son diez meses desde que las medidas sanitarias y sociales implementadas  por la covid-19 han generado cambios en la economía de los mexicanos, esto se ha visto en la reducción de ingresos, endeudamiento, despidos y en algunos casos los cierres de negocios. Así, datos de la encuesta sobre la Demografía de los Negocios 2020 del Inegi, mostraron que por la crisis económica por coronavirus, más de un millón de establecimientos cerraron definitivamente en el país, esto representa el 20.81% de un total de 4.9 millones de empresas micro, pequeñas y medianas. Ante este escenario resulta fundamental para la sociedad, generar conciencia, un gran paso puede ser: conocer la importancia de tomar elecciones financieras que nos permitan contar con una mayor estabilidad en el futuro.

Al respecto existe una ciencia detrás de las buenas decisiones financieras: las neurofinanzas, las cuales se componen por la interacción de varios campos: finanzas, psicología y neurociencias. Es decir, por más que lo intentemos, nuestra naturaleza nos impide alejarnos del hecho de que cada elección que hacemos tiene un elemento emocional. Asimismo este conocimiento, estudia de qué forma se ajustan las decisiones de inversión, esto en función del riesgo y la ambigüedad.

José Manuel Piñera, Director de Crédito y Cumplimiento de Cumplo México, comenta que “tomar decisiones financieras no siempre es sencillo, por eso es recomendable informarse pues tomar en cuenta proyecciones financieras y planes a largo plazo, beneficia y evita caer en lo que más tememos: perder dinero y tener que endeudarnos. Agrega que coincide con lo que especialistas de las neurofinanzas advierten, “uno de los aspectos clave para comprender por qué a algunas personas les es más fácil hacer dinero que a otras, es la forma cómo se asume y se maneja la incertidumbre”. A continuación comparte cómo aplicar las neurofinanzas para tener un 2021 financieramente más estable:

  1. Planea tu presupuesto: ten a la mano siempre tu lista de próximos gastos y mantén una economía minimalista. Pues el ahorro es fundamental. Puedes aplicar la regla del 50/20/30: que el 50 % de nuestros ingresos debemos destinarlo a nuestros gastos básicos, el 20 % para el ahorro y el 30 % para gastos personales. O la regla del 10%: destinar un 10% fijo de los ingresos netos mensuales al ahorro.

  2. Mantén tu fondo de emergencia: debes cubrir entre tres y seis meses de gastos normales, eso formaría tu fondo de ahorro, igual debes tomar en cuenta un factor psicológico: la tolerancia al riesgo de cada uno. Es decir, de esto dependerá si te mantienes tranquilo con un fondo que cubra gastos de un periodo corto, o si eres más conservador  y prefieres uno de mayor plazo.

  3. Define tus metas: mantén claros cuales son tus objetivos financieros y ordena tus prioridades, para darle un buen destino a tu dinero. Es importante evitar caer en “darte tus gustos”, sí los mereces, pero también puedes premiarte mediante la  tranquilidad mental de no endeudarte o perder dinero en cosas que realmente no necesitas.

  4. Paga tus deudas: consolida tu deuda si tienes más de dos o tres préstamos, puedes unificarlos y pasarlos a una sola cuenta, así ahorras las comisiones anuales y tendrás una reducción de los intereses. Otra opción es reestructurar el endeudamiento; podrás extender el plazo para que mensualmente pagues una cantidad menor,  disminuir los intereses; o solicitar un plan fijo que reduzca los intereses.

  5. Diversifica: a la hora de adquirir o invertir en productos y marcas, puede que sin darte cuenta lo hagas solo porque tengas una carga emocional con ellas y no porque representen verdaderos beneficios para tu cartera. Entonces será importante que veas qué otras opciones hay que sean más amigables con tus presupuestos.

  6. Genera nuevas fuentes de ingresos: administra tus finanzas personales mediante otras maneras de generar entradas, como vender productos o servicios, ya sea de tus habilidades y conocimientos, o invierte en negocios y empresas, para esto toma en cuenta el aprender más respecto a la cultura financiera.

“Sin duda alguna, el 2020 nos deja como aprendizaje ser flexibles y adaptarse a nuevos caminos, para esto es necesario investigar y aprender más sobre nosotros mismos. Evidentemente somos seres emocionales, es algo de lo que no podemos desprendernos, sin embargo, al ser conscientes de esto, podemos tomar las elecciones con más calma y cautela. Debemos  reconocer que nuestras decisiones financieras no siempre son las más razonables por lo que deberemos dirigirnos mejor o en su defecto pedir ayuda de asesores financieros” concluye José Manuel.

De entre toda la incertidumbre y los estragos que el COVID-19 causará, podemos obtener  buenas lecciones financieras que asimilar y sumar a nuestras vidas. Tomemos en cuenta lo que hemos cultivado en estos meses, sigamos aprendiendo de nosotros mismos y lo que podemos modificar para un mejor bienestar en nuestro futuro.