Leonardo Castillo, especialista en finanzas personales de Fintual México nos comparte algunas claves para poner orden de tus finanzas.
Para poder ahorrar un poco de plata cada mes, es importante ordenar tus finanzas. Puedes empezar por los siguientes consejos:
1. Analiza tus ingresos y gastos fijos
Calcula tus ingresos mensuales: tu sueldo, bonos o cualquier dinero que tengas. También esto incluye si tienes pagarés en el banco, ahorros domiciliados en cetes u otro tipo de inversiones.
Ten claro tus gastos mensuales fijos: renta o crédito hipotecario, educación, deudas y la alimentación. Acá también están los servicios como el agua, luz y gas, TV/internet o quizás algún servicio de streaming.
No debemos olvidar otros gastos mensuales no tan fijos como tus hobbies y salidas. Este dinero es ideal pensarlo para ese propósito y no como un gasto que te genere culpa. Porque en la vida igual hay que divertirse y es bueno administrar tus finanzas personales.
Los ingresos mensuales menos los gastos mensuales será el dinero que podemos separar para ahorrar.
2. Establece un objetivo
Sin objetivo va a ser más difícil encontrar la motivación para ahorrar. ¿Por qué guardarías este dinero si prefieres gastarla hoy para ir a comer con tus amigos?
Al proponerte un objetivo tienes una meta que alcanzar, como ahorrar para unas vacaciones o un auto. Y puede ser para corto, mediano o largo plazo. Desde un mes a años.
3. Empieza el mes separando el dinero que puedes ahorrar
Lo clave es arrancar el mes directamente separando el dinero que vas a ahorrar de tus ingresos.
Es muy importante que sea al inicio, junto cuando ves tus ingresos y gastos: al no hacer esto, puede ser que gastes el dinero antes de llegar a fin de mes.
Y es común, a todas las personas nos pasa. Pero cuando vas creando el hábito de ahorrar no se te irá olvidando.
4. Revisa tus resultados y acomódalos según tú quieras
Al final del mes te recomendamos revisar cuánto llegaste a ahorrar.
Si no llegaste al monto esperado, no te desanimes. Puede ser que tu objetivo inicial era demasiado ambicioso o entre medio no pudiste ahorrar lo que te habías propuesto.
Lo que no debes olvidar es que lograste comenzar a tener el hábito de ahorrar e invertir. Los desafíos son pocos realistas y muchas veces no consideran necesidades de último momento.
Algunas veces hay que ser realista con la cantidad de ingresos y gastos que tienes para plantear tus objetivos mensuales y acomodarlos siempre es bueno.