En el mercado de los seguros existe un producto que se ha popularizado debido a sus cualidades: protección y ahorro. Es la combinación del seguro de vida con la cobertura de supervivencia (en caso de que no fallezca, recibe el total de la suma asegurada garantizada).
Si usted es de los que les cuesta trabajo hacer del ahorro un hábito y casi nunca saben en qué se van sus ingresos, el seguro dotal es una buena opción.
Con esta herramienta está obligado a aportar periódicamente un monto determinado a una meta. Una vez cumplido el plazo recibirá la suma asegurada (cantidad establecida en su contrato), si fallece se le dará a su familia.
Este tipo de seguro no es para todos, es para quienes tienen la seguridad de que podrán cumplir con el pago de sus primas en el mediano y largo plazo: 5, 10, 15 años y más. Los seguros dotales prevén la posibilidad de que, si el asegurado no paga una de las parcialidades, la aseguradora utilice parte del dinero que ha aportado, aunque no por mucho tiempo, pues la póliza (contrato de su seguro) puede ser cancelada. Muchas aseguradoras, a su vez, prevén la modalidad de préstamos, lo cual puede ser una alternativa para mantenerla vigente.
Si su idea es invertir, puede obtener mejores rendimientos en otras opciones, como las Afore, que son alternativas accesibles al público en general, en las que puedes depositar con mayor flexibilidad, hacer retiros parciales, además de que, el rendimiento neto de las Afores es significativamente mayor al que podría obtener en un dotal.
Por ello se recomienda este seguro dotal como una opción de protección más que de inversión.
Fuente: Revista Proteja su Dinero