Para un joven que recién comienza su vida laboral o profesional, el enfoque suele estar en la inversión y el crecimiento. Esto es correcto, pero hay un error fundamental: construir patrimonio sobre cimientos de cristal. Un evento inesperado puede borrar años de esfuerzo si no se cuenta con una protección básica.
Como experto, te aseguro que el objetivo de los seguros no es enriquecerte, sino evitar que la ruina llegue cuando la vida golpea fuerte. Aquí tienes el combo básico de tres seguros a los que todo joven adulto debería aspirar. Y digo aspirar porque no es fácil hacerse de un seguro en una cultura que sospecha de las aseguradoras, y un momento en el que los costos de los seguros podrían ser privativos, pero vale la pena esforzarte por proteger tu patrimonio, al menos con esto:
1. Seguro de Gastos Médicos Mayores (GMM)
Este no es negociable. La salud es el activo más importante y la deuda médica es una de las principales causas de quiebra familiar. Un joven puede sentirse invencible, pero un accidente o una enfermedad grave (cáncer, infarto) pueden costar fácilmente cientos de miles de pesos.
Por qué es clave para un joven: Las primas son mucho más bajas en la juventud (menos riesgo), y te permite preservar tu Fondo de Emergencia. El GMM transfiere el riesgo financiero de la enfermedad a la aseguradora, permitiéndote usar tus ahorros para inversión, no para la sala de urgencias.
Lo Esencial: Busca un seguro con un Deducible (lo que tú pagas primero) que puedas cubrir con tu fondo de emergencia y un Coaseguro (el porcentaje que pagas después del deducible) razonable.
2. Seguro de Auto de Responsabilidad Civil
Si tienes un auto, este es un requisito legal y una necesidad financiera. Muchas veces, la juventud se enfoca en el seguro de cobertura amplia (que cubre daños a tu auto), pero el riesgo real es la Responsabilidad Civil.
Por qué es clave para un joven: En un accidente, el mayor costo no es reparar tu coche, sino pagar los daños causados a terceros, incluyendo gastos médicos, reparación de otros vehículos o, en el peor de los casos, indemnizaciones por muerte. Un solo error al volante puede resultar en una deuda vitalicia.
Lo Esencial: Asegúrate de que tu cobertura de Responsabilidad Civil tenga un monto de suma asegurada alto, idealmente por encima de los 3 a 5 millones de pesos, para proteger tu patrimonio de demandas.
3. Seguro de Vida Temporal: Asegurar la Deuda
Muchos jóvenes creen que el seguro de vida solo es para quien tiene hijos o mucha riqueza, pero tiene una función inmediata: proteger tu solvencia financiera y la de tus deudas.
Por qué es clave para un joven: Si tienes un crédito hipotecario, un crédito estudiantil importante o deudas considerables, el seguro de vida garantiza que, en caso de fallecimiento, esa deuda se liquide y no caiga sobre tus padres, hermanos o pareja. Es un acto de responsabilidad financiera.
Lo Esencial: Opta por un Seguro Temporal a 5, 10 o 15 años (mientras tienes deudas grandes o personas que dependen de ti), pues es mucho más económico. La suma asegurada debe ser, al menos, equivalente al monto de tus deudas pendientes más los gastos funerarios.
La Regla de Oro: Un joven debe invertir en protección de activos (salud) y protección de pasivos (deudas). Una vez que estos tres pilares están sólidos, puedes dedicar el 100% de tu energía al crecimiento.