Uno de los dilemas más frecuentes en las finanzas personales de la clase media en México es este: el seguro de gastos médicos mayores, esa herramienta esencial para proteger el patrimonio familiar, se vuelve cada año más caro, hasta rozar lo impagable. Cancelarlo parece una salida lógica, pero es también un error costoso: una enfermedad grave podría arruinar cualquier plan financiero. La pregunta es: ¿qué hacer entonces?
1. Ajusta deducible y coaseguro
Un deducible más alto significa que asumes más de los gastos iniciales de una eventualidad médica, pero la prima que pagas cada año baja considerablemente. Lo mismo ocurre con el coaseguro: si aceptas cubrir un porcentaje mayor del gasto, la aseguradora reduce el costo anual de tu póliza. Es un balance: conservar protección para emergencias graves sin pagar de más por consultas menores.
2. Evalúa la portabilidad de tu póliza
La Ley de Instituciones de Seguros permite la portabilidad: cambiar de aseguradora sin perder antigüedad ni cobertura de enfermedades preexistentes. Esto significa que puedes buscar mejores condiciones en otra compañía sin empezar de cero. No todas aplican automáticamente, por lo que es vital hacerlo acompañado de un asesor.
3. Reduce tu red hospitalaria
Algunas pólizas ofrecen la opción de limitar la cobertura a una red hospitalaria más acotada. Cambiar hospitales “de lujo” por una red de nivel medio puede reducir de forma importante la prima anual, sin perder la esencia de la protección.
4. Complementa con un seguro de gastos médicos menores
En lugar de usar tu póliza mayor para consultas y estudios de rutina, puedes contratar un plan más económico que cubra ese tipo de servicios, reservando el seguro de gastos médicos mayores solo para situaciones graves. Esto evita el desgaste de la póliza principal y mantiene los costos más controlados.
5. Busca opciones colectivas
Existen pólizas colectivas ofrecidas por cámaras empresariales, asociaciones profesionales o incluso instituciones financieras que logran precios más accesibles gracias al número de asegurados. Si perteneces a alguna organización de este tipo, investiga si puedes acceder a esos beneficios.
6. Ajusta la forma de pago
Pagar la póliza de forma anual, en lugar de mensual, suele incluir descuentos importantes. Aunque implica un desembolso más fuerte de inicio, a largo plazo puede representar un ahorro significativo.
7. Nunca canceles sin asesoría
El mayor riesgo de cancelar una póliza es perder la antigüedad. Si años después decides contratar de nuevo, cualquier enfermedad desarrollada en el tiempo será considerada “preexistente” y no será cubierta. En muchos casos, ese error deja a las familias sin acceso a protección cuando más la necesitan.
Conclusión
El seguro de gastos médicos mayores es una pieza fundamental en cualquier estrategia de finanzas personales. Si se vuelve caro, la solución no es renunciar a él, sino adaptarlo de manera inteligente: revisar deducibles, redes hospitalarias, planes complementarios y opciones colectivas. La clave está en entenderlo como lo que es: una inversión en tu tranquilidad y en la estabilidad de tu patrimonio.
Al final, el costo de un seguro puede parecer alto, pero es incomparable con el costo de enfrentar una enfermedad sin protección.