Este martes, la agencia calificadora Fitch Ratings recortó en dos escalones las notas de los bonos de Pemex y las colocó en perspectiva negativa, dejándolas al borde de perder el grado de inversión.
Esto sucede un día después de que se presentara un plan para aligerar la carga fiscal de la petrolera y a unos días de que una delegación de funcionarios de Pemex y de la Secretaría de Hacienda no lograra generar confianza entre inversionistas de Nueva York.
Hace un par de días, Barclays advirtió que había un riesgo ‘real’ de que las tres calificadoras más importantes del mundo comenzaran a recortar la calificación de Pemex en la segunda mitad de este año. Sin embargo, Fitch se adelantó.
De acuerdo con la calificadora, la baja en las notas de escala internacional en moneda extranjera pasó de ‘BBB+’ a ‘BBB-’ y en escala nacional de largo plazo a ‘AA(mex)’, desde ‘AAA(mex)’. Pese al recorte, la petrolera se mantiene dentro de los niveles de grado de inversión, pero algunos analistas consideran que es un aviso importante para los tenedores de bonos.
Fitch señaló que el recorte tiene que ver con la baja de calificación individual (sin apoyo del gobierno) a ‘CCC’ desde su anterior calificación de ‘B-’. Una calificación ‘CCC’ ya es considerada por los inversionistas como ‘bono basura’.
“El deterioro del perfil crediticio individual de Pemex a ‘CCC’ ha llevado a que Fitch baje su evaluación sobre el incentivo por parte del gobierno mexicano para apoyar a la compañía a ‘fuerte’ desde ‘muy fuerte’, lo que resultó en una calificación internacional menor en dos niveles a la del soberano”, indicó.