Si eres de las personas que enfrentan una situación difícil con sus finanzas y consideras que se puede extender por un tiempo prolongado, te recomendamos preparar un plan de emergencia. Si no sabes cómo, aquí te damos a conocer 10 medidas para que armes el tuyo.
1. Haz un presupuesto de crisis
Para realizarlo es necesario enfocarlo en las necesidades esenciales como son:
• Alimentación
• Servicios básicos (agua, internet, luz y gas)
• Salud
• Transporte
2. Crea un fondo
Si estás en condiciones de ahorrar parte de tus ingresos, comienza por armar un fondo de emergencia, ya sea personal o familiar, de esta manera tendrás un monto que te puede servir para afrontar cualquier otra eventualidad derivada de una crisis.
• Este fondo no debe sustituir el ahorro que destines al cumplimiento de metas como un viaje, la educación de tus hijos o hijas, ni tu ahorro para el retiro, pues su destino es diferente.
• Tampoco significa que debes guardar tu dinero en un cochinito o debajo del colchón, porque puedes perderlo, lo adecuado es abrir una cuenta de ahorro y que lo coloques ahí, así tendrás el control de tus recursos y además los administrarás correctamente.
3. Evita comprar productos que no necesites
No es momento para lujos y derroche. La prudencia en el consumo es muy importante para no generar
endeudamientos que excedan tu capacidad de pago.
• Retrasa los gastos no esenciales.
• Aprovecha la estancia en casa para reducir gastos en rutinas de vida y trabajo normal.
• Reduce tu consumo en bares, restaurantes y pedidos a domicilio.
4. Optimiza tus gastos
Al dejar de visitar los centros comerciales con tanta frecuencia puedes restringir la posibilidad de realizar compras por impulso, tales como ropa, cosméticos o algunos otros productos poco útiles o innecesarios.
• Puedes aprovechar la oportunidad de modificar tus hábitos de consumo y eliminar los gastos hormiga,
recuerda que en esta etapa se busca tener la mayor liquidez posible
5. Reestructura tus deudas
Esto es lo primero que debes hacer.
• Si estás metido en un crédito de corto plazo, como tarjetas de crédito, préstamos vía nómina, deudas
con tiendas departamentales, son las primeras que debes atacar y tratar de bajar o liquidar.
• Si se trata de un crédito hipotecario o de auto, no dejes de pagar al menos el mínimo, o de ser necesario ponte en contacto con la institución financiera y expón tu caso, seguramente te darán alguna solución favorable.
6. Evita pagar todo con tarjeta de crédito
Hay quienes piensan que la mejor forma de enfrentar los imprevistos es con un “tarjetazo”. Aunque existen
emergencias donde puedes requerir una tarjeta de crédito, pagar todo con ella trae algunos riesgos para
tu patrimonio, pues si hoy no puedes cubrir los gastos, lo más seguro es que mañana te sea más difícil todavía ya que tendrás que hacerlo con intereses.
• Si cuentas con efectivo es mejor pagar con capital propio para no generar intereses.
• No pagues con tu tarjeta de crédito compras como la despensa, comida, medicinas, entre otros gastos menores.
7. Reutiliza lo que puedas
Antes de comprar nueva ropa, zapatos u otros productos, checa si no tienes en tu guardarropa piezas que puedes reutilizar. Si eres como la mayoría de las personas, hallarás una gran cantidad de cosas que puedes
usar nuevamente. Recuerda que la ropa que no usas es dinero colgado en tu clóset.
8. Hazlo tú mismo
Si tienes que hacer un trabajo en casa, como reparar una regadera, pintar una pared, resanar o cortar el pasto, valora hacerlo por tu cuenta y ahorrarte el dinero que ibas a pagar. Lo mismo si necesitas lavar tu auto; seguramente habrá actividades que podrás incluso disfrutar de hacerlas.
Si hay cosas que no puedes hacer por tu cuenta y debes contratar, valora si es algo realmente urgente o que pueda esperar un tiempo.
9. Trabajo en casa
Si aún no trabajas desde tu domicilio, valora hacerlo. Puedes aprovechar tus redes sociales y anunciarte en algo que sepas hacer. Esto te generará ahorros en traslados y alimentos, pero sobre todo, te generará ingresos.
10. Apóyate con un seguro
Es una gran opción complementaria para protegerte ante emergencias, pues te ayudará a lidiar con los gastos, al otorgarte una suma de dinero en caso de algún percance.
También puede ser de vida. Proteger a tus seres queridos es la mejor decisión ya que nadie está exento de sufrir algún accidente o llegar a faltar. Si contratas un seguro no lo veas como un gasto sino como una inversión que te traerá beneficios en los momentos que más lo necesitas.