La educación académica representa un gasto importante para las familias mexicanas. Desde mi perspectiva, no debería superar el 20% de los ingresos familiares, pues de lo contrario podrían generarse problemas como el endeudamiento o el descuidar algunas otras áreas también vitales en la economía doméstica. Sin embargo, es difícil conseguir ese equilibrio, especialmente para los que somos clasemedieros.

Por ello es valioso considerar recursos que te ayuden a ahorrar e invertir, con miras al futuro de la educación de tus hijos, especialmente la universidad, empezando desde temprano. Para esto puedes contar con un fideicomiso educativo, un seguro educativo o un crédito.

Hablemos del fideicomiso educativo

Fideicomiso educativo es un instrumento jurídico y financiero que da la flexibilidad de realizar operaciones para beneficio del contratante, en este caso, la educación de tu hijo o hija.

Este fideicomiso debe estar operado por un banco, mismo que funciona como el fiduciario y es el encargado de captar, custodiar, administrar e invertir las aportaciones para generar rendimientos del dinero que vayas depositando. Una de las características principales de un fideicomiso educativo es el periodo de aportación, el cual llega a ser menor que el del seguro educativo, esto hace que quien lo contrata tenga mayor facilidad para llevar un ahorro a largo plazo, conociendo la cantidad y los periodos de aportación.

Por tratarse de un ahorro para la educación, los rendimientos obtenidos están exentos del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

A diferencia de otros vehículos financieros, un fideicomiso educativo te otorga mayor libertad al momento de ahorrar, toda vez que puedes calcular
el precio de la universidad de tu elección y, con esa proyección se calcularán las aportaciones de tu plan de ahorro.

Algunas instituciones financieras tienen convenios con universidades nacionales e
incluso extranjeras de las que te puedes beneficiar. Además, puedes generar rendimientos, los cuales harán que crezca tu ahorro durante los años que faltan para que tus hijos o hijas ingresen a la universidad.

Seguro Educativo

Es un producto financiero que además de ser parecido a un plan de ahorro, garantiza que el beneficiario, es decir tu hija o hijo, reciba el dinero acordado para continuar sus estudios en nivel superior aún cuando faltes.

Las características principales de un seguro educativo son:

• ¿En qué se ahorra? Las aseguradoras te permiten ahorrar en pesos, dólares o
unidades de inversión (UDIS). La recomendación es realizarlo en algo que no afecte tu ahorro ante una devaluación de la moneda nacional.

• ¿Cómo son los pagos? También son conocidos como primas y se refiere a los montos a pagar por concepto del seguro, mismos que pueden ser de manera mensual, trimestral, semestral o anual, según tu elección, en todos los casos
cobran un porcentaje de interés.

Haz cuentas y elige el que te cobre menos.

• ¿Quién puede contratar un seguro educativo? Una cuestión que las aseguradoras toman mucho en cuenta es tu salud, qué tipo de persona eres
y cómo llevas tu vida, para de esta forma establecer el valor de una prima. Es decir, si eres una persona fumadora o tienes alguna enfermedad, el monto
de tus pagos será más alto, lo mismo con la edad que tengas al momento de contratar.

• ¿Cuándo es el mejor momento para contratarlo? Es importante que tomes en cuenta la edad de tu hijo o hija, pues entre más pronto se compre el seguro del menor, los montos de pagos se reducirán, ya que la suma asegurada se dividirá
en más años. Regularmente, los plazos que manejan son de 15, 18 y 22 años para cubrir los planes contratados.

¿Cómo decidirte por cuál?

Si ya decidiste adquirir alguno de estos dos productos financieros, toma en cuenta lo siguiente:

• Compara precios, características, requisitos, beneficios y restricciones, ya que así podrás elegir el que más se ajuste a tus necesidades.

• Conoce bien las características, los pagos y coberturas adicionales que tiene el instrumento financiero que elijas, por ejemplo, algunos cuentan con cobertura para la “exención de pago de primas”, la cual en caso de fallecimiento o invalidez total y permanente de los padres o tutor. La suma asegurada será entregada al hijo o hija al cumplir la edad pactada en el contrato sin necesidad de pagar más primas.

• Pregunta lo que no entiendas y aclara tus dudas.

• Recuerda que el pago de alguno de estos productos financieros representa menos dinero en la economía de tu familia, por lo que debes medir si puedes dar el paso para contratarlo, sin desequilibrar tus finanzas.

• Nunca firmes sin conocer los detalles del contrato o póliza.

• Acércate con instituciones financieras autorizadas para pedir detalles de alguno de estos productos.

Crédito Educativo

El crédito educativo es un préstamo que se adquiere para poder dar continuidad a los estudios universitarios. Posteriormente, deberá pagar con sus ingresos el préstamo solicitado. Con esto un joven puede emprender su proyecto educativo, aun si no tiene los recursos.

Existen diversas financieras que tienen como objetivo apoyar a los estudiantes a continuar con su preparación profesional a través de un préstamo temporal. Y son los intermediarios del pago entre el estudiante y las universidades.

Características de un crédito educativo

  • Tasa de interés baja.
  • Una mensualidad baja a comparación de la colegiatura original.
  • No se piden prendas en garantía y/o anticipos.
  • Puede cubrir el 100% del costo de la carrera o parcialmente.
  • Ayuda al alumno a crear un buen historial en buró de crédito.
  • El plazo puede ser por el doble tiempo que dura de la carrera.
  • El monto de la mensualidad está orientado a la capacidad de pago de las familias.
  • Las universidades con convenio tienen montos y tasas de interés preferenciales.