La renta de vivienda en México afecta a una gran parte de la población. Diversos factores económicos y sociales, como la urbanización acelerada, el crecimiento demográfico y la migración hacia las grandes ciudades, han incrementado la demanda de viviendas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 en México 16.4% de la población habitó en una vivienda rentada, lo que equivale a 5.8 millones de viviendas.

El mercado inmobiliario en México está en constante cambio, y los precios de las rentas han sido un tema de debate. En los últimos años, el país ha visto un aumento sostenido en los precios de alquiler, especialmente en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que los precios de las rentas han crecido a un ritmo superior al de la inflación, generando preocupaciones sobre la asequibilidad de la vivienda.

A pesar de lo anterior, los jóvenes tienden a optar más por el alquiler que por la compra de vivienda, debido en gran parte a la movilidad laboral, la flexibilidad y la dificultad de acceder a créditos hipotecarios accesibles.

Recientemente el Gobierno de la Ciudad de México decidió impulsar un nuevo programa de alquiler orientado a los jóvenes entre 18 y 29 años a fin de facilitar el trámite del alquiler de departamentos a bajo costo. Sin embargo, hay un sector de jóvenes profesionales que no se beneficiará de esta iniciativa, enfrentando desafíos significativos para alquilar una vivienda en la Ciudad de México (CDMX), debido a factores como la ubicación, el presupuesto y las condiciones del mercado inmobiliario.

Ante ello, Sergio León, Director de Estrategia Comercial y Marketing en Levy Holding, comparte una guía de cuestiones a tomar en cuenta a la hora de decidir rentar en CDMX o en cualquier otra ciudad:

1. Define tus necesidades: Antes de comenzar la búsqueda, es esencial definir tus requisitos. Determina tu presupuesto mensual, la ubicación deseada y las características específicas que necesitas como número de habitaciones, baños, y servicios adicionales.

2. Búsqueda de opciones: Utiliza plataformas en línea como HEI Realtor, quienes pueden facilitar el proceso de búsqueda, planificación y alquiler de un inmueble.

3. Visita y evaluación de propiedades: Agenda citas para visitar las propiedades de tu interés. Evalúa el estado general de la propiedad, los servicios disponibles y la seguridad de la zona. Pregunta sobre costos adicionales como cuotas de mantenimiento.

4. Negociación del contrato: Una vez que hayas seleccionado una propiedad, negocia los términos del contrato de arrendamiento, incluyendo el precio de la renta. Considera el plazo de renta, si planeas quedarte más de un año, negocia con el propietario un contrato más largo con incrementos de renta estipulados desde el inicio. Esto evita renegociaciones anuales y la incertidumbre sobre la renovación.

5. Revisión del contrato: Antes de firmar el contrato, revisa detenidamente todos los términos acordados, incluyendo la duración del arrendamiento, el monto de la renta, depósito de seguridad, y responsabilidades de mantenimiento.

6. Firma del contrato y pagos iniciales: Firma el contrato de arrendamiento junto con el propietario o la agencia inmobiliaria. Por lo general, se requiere un depósito de seguridad equivalente a uno o dos meses de renta, así como el pago del primer mes de renta.

7. Preparativos para la mudanza: Coordina la mudanza asegurándote de que todos los servicios (agua, luz, gas, internet) estén activos y transferidos a tu nombre según sea necesario.

8. Cumplimiento del contrato: Una vez instalado en tu nuevo hogar, asegúrate de cumplir con todas las cláusulas del contrato, como el pago puntual de la renta y el mantenimiento adecuado de la propiedad.

9. Renovación o terminación del contrato: Si deseas renovar el contrato al final del período acordado, comunícalo con anticipación al propietario. Si decides mudarte al término del contrato, notifícalo según los términos establecidos para asegurar una transición sin problemas.

10. Compra de propiedad: Con el incremento de los precios de renta, la compra de vivienda se vuelve una opción cada vez más atractiva. Puedes obtener un crédito hipotecario que financie entre el 50% y el 90% del valor de la propiedad. Además, existen opciones de créditos hipotecarios no solo para parejas, sino también para amigos y familiares, permitiendo compartir los costos y facilitar la adquisición de una vivienda propia.