Los motivadores están cambiando
De acuerdo con la experta, aunque a menudo se pensaba que el principal motivador salarial era lo que más pesaba cuando alguien decidía emigrar, en realidad, otros factores no económicos juegan un papel igual o incluso más importante. De hecho, son estos aspectos los que suelen ser la verdadera razón detrás de la decisión de partir por parte de la fuerza laboral calificad.
Entre estos se encuentran la formación de nuevas habilidades, el reconocimiento ―social y/o empresarial―, cursar nuevos estudios, incluido el de idiomas, vivir la experiencia cultural, hacer algo nuevo o emprender una aventura en el extranjero. Y si bien muchos colaboradores desean regresar al país, actualmente sólo 11% lo hace por motivos laborales.
Impactos de la migración laboral
México se ubica actualmente como el segundo país con mayor migración laboral del planeta (después de India). La fuga de talento tiene un impacto profundo en el desarrollo económico. Uno de los más notables es la pérdida de la inversión en educación, pues se dedican recursos significativos a formar a los profesionales que, al migrar, terminan beneficiando a otras economías.
Además, la fuga de cerebros frena la innovación, ya que la salida de expertos en áreas clave, como tecnología y ciencia, deja un vacío que limita la capacidad del país para competir a nivel global. En adición, esta salida de profesionales genera un déficit de personal en sectores estratégicos, lo que puede profundizar aún más la escasez de talento que ya experimentan un 65% de las organizaciones.
Mejorar la cultura organizacional
Las empresas tienen la oportunidad de implementar estrategias efectivas para anticiparse a las necesidades de sus colaboradores, lo que les permitirá retenerlos antes de que consideren marcharse. En adición, pueden diseñar propuestas atractivas para captar a quienes ya se han ido, incentivando su regreso con un entorno que responda a sus expectativas tanto profesionales como personales.
Como parte de la mejora en la cultura organizacional desde RRHH, mediante herramientas tecnológicas, se pueden impulsar programas de capacitación muy relevantes, así como la creación de planes de desarrollo personalizados, de reconocimiento y recompensas. Al final de cuentas, se trata de cultivar un ambiente laboral motivador, equilibrado, donde los colaboradores se sientan valorados y reconocidos por su contribución a la organización.
“En un mundo donde las oportunidades laborales trascienden fronteras, retener talento no es solo cuestión de salario. Las empresas que entiendan las verdaderas motivaciones de sus colaboradores no solo evitarán la fuga de cerebros, sino que también se posicionarán como referentes en un mercado cada vez más globalizado y competitivo”, concluyó Ivonne López.