Un microcrédito es un préstamo dirigido fundamentalmente a personas que quieren montar un pequeño negocio o autoemplearse para poder desarrollar alguna actividad productiva independiente.
Estos financiamientos se encuentran basados en la confianza y el pago solidario, llegando así a comunidades alejadas donde simplemente no hay servicios financieros.
Existen dos tipos de microcréditos:
El microcrédito individual: Consiste en un esquema similar a los créditos de la banca tradicional. Es un financiamiento que se otorga a una persona para actividades productivas, la atención por parte de la institución es muy personalizada y de acompañamiento a los clientes. Es necesario contar con un aval o garantía prendaria para ser autorizado.
El microcrédito grupal: Es aquel dirigido a personas que, al no contar con garantías propias, pueden formar grupos de más de cinco personas de la misma comunidad para responder en conjunto por el crédito. Sus características son:
- Las personas del grupo deben conocerse entre sí y tenerse confianza.
- Se otorga un préstamo individual a cada uno de los que conforman el grupo.
- Los pagos se realizan de forma semanal o quincenal y el grupo se reúne para juntar el pago.
- Si uno de los integrantes no cumple el grupo se hace responsable del pago, es decir, la garantía es solidaria y todos los miembros del mismo serán reportados con una nota negativa ante Buró de Crédito. Esta es sin duda un inconveniente ya que depende de la capacidad de pago de cada uno de sus integrantes, lo que en ocasiones genera atraso en el pago del financiamiento, dando como resultado un adeudo.
Las recomendaciones principales:
- Conozca su capacidad de pago.
- Infórmese sobre los términos y condiciones del microcrédito, individual o grupal
- Aclare todas sus dudas con el personal promotor
- Infórmese sobre los costos y beneficios adicionales, como los microseguros.
- Pida el teléfono de la microfinanciera para realizar consultas o aclaraciones.
- Nunca firme si no está 100% conforme con su contrato.
Fuente: Condusef