Para el 2020, se calcula que el 55 por ciento de los pagos que se lleven a cabo sin efectivo se harán con tarjetas digitales, es decir, con ‘wallets’ o aplicaciones con la información bancaria del usuario precargada.
Según datos de Mastercard, actualmente, 75 por ciento de los pagos que no son con efectivo se hacen con tarjeta de crédito o débito de manera física y 25 por ciento de forma virtual.
Aunque, de acuerdo con Eder Almeraz, director de Desarrollo de Productos e Innovaciones para México y Centroamérica de la firma, la tarjeta plástica tiene larga vida aún y se considera más segura, la transformación digital y cómo interactuamos con los prestadores de servicios o comercios ha cambiado radicalmente
La tendencia se incrementa si contemplamos el incremento de uso de teléfonos inteligentes y el mayor acceso a internet de las cosas, las empresas Fintech, el comercio electrónico y los servicios de transporte y comida bajo demanda.
No obstante, el usuario mexicano aún no concreta la compra por desconfianza y sospecha de fraude en este tipo de transacciones. Por ello, el desafío de las instituciones bancarias debe concentrarse en la seguridad y reducir la fricción entre los comercios y los medios digitales de pago.
Con información de El Financiero.