Si tu deuda ya está en un despacho de cobranza, hay algunas cosas que puedes hacer para tratar de resolver la situación:

  • Reconoce tu deuda. Lo primero que debes hacer es reconocer que tienes una deuda y que estás dispuesto a pagarla. Esto demostrará al despacho de cobranza que eres serio acerca de resolver el problema.
  • Contacta al despacho de cobranza. Una vez que hayas reconocido tu deuda, debes contactar al despacho de cobranza y averiguar cuánto debes. También debes preguntar sobre las opciones de pago que tienes disponibles.
  • Negociar un plan de pago. Si no puedes pagar la deuda completa de inmediato, puedes negociar un plan de pago con el despacho de cobranza. Esto puede ayudarte a pagar la deuda en cuotas más pequeñas y a evitar que tu crédito se vea afectado.
  • Paga la deuda a tiempo. Una vez que hayas acordado un plan de pago, es importante que pagues la deuda a tiempo y en su totalidad. Esto ayudará a mejorar tu crédito y a evitar que la deuda se vuelva a vender a otro despacho de cobranza.

Si tienes problemas para resolver la deuda con el despacho de cobranza, siempre puedes buscar ayuda profesional.

Aquí hay algunos consejos adicionales para lidiar con un despacho de cobranza:

  • No ignores las llamadas o las cartas. Si ignoras las llamadas o las cartas del despacho de cobranza, la situación solo empeorará. El despacho de cobranza puede continuar llamándote, enviarte cartas y, en última instancia, puede llevarte a juicio.
  • No des información personal. Cuando hables con el despacho de cobranza, no des ninguna información personal que no sea necesaria. Esto incluye tu número de Seguro Social, tu dirección y tu número de cuenta bancaria.
  • No firmes nada sin leerlo primero. Si el despacho de cobranza te pide que firmes algo, asegúrate de leerlo cuidadosamente antes de firmarlo. No firmes nada que no entiendas o que no estés de acuerdo.
  • Tienes derechos. Como consumidor, tienes ciertos derechos cuando se trata de deudas. Estos derechos incluyen el derecho a ser tratado con respeto, el derecho a recibir información sobre tu deuda y el derecho a impugnar una deuda si crees que es incorrecta.

Si te sientes abrumado por una deuda, no dudes en buscar ayuda profesional. Un abogado o un asesor financiero puede ayudarte a entender tus derechos y a desarrollar un plan para resolver la situación.