Cuando alguien trabaja “por su cuenta”, como freelance o trabajador independiente, corre el riesgo de cometer algunos errores en el manejo de sus finanzas; y la inexperiencia suele ser una de las principales razones.
Generalmente bajo otras condiciones la provisión de recursos está delegada a un patrón o empleador que cubre prestaciones de seguridad social, pensión, hipoteca; en cambio el trabajador independiente tiene que hacerse cargo de todo, lo que no siempre se tiene claro o se pierde de vista.
La falta de experiencia y de visión hacia el futuro hace que quien trabaja por su cuenta cometa algunos de estos errores:
- No separar el dinero del negocio y el propio. El trabajador independiente suele considerar todo el dinero que recibe como ingresos propios; pero en realidad debería pagarse a sí mismo un sueldo y reservar un dinero para su negocio. Ello hace que cometa otro error: no realizar un presupuesto para el negocio y personal.
- No realizar un presupuesto por porcentajes. En general las personas no suelen hacer presupuestos y, cuando lo hacen, pocas veces lo cumplen. En el caso de los trabajadores independientes, el presupuesto debe hacerse a partir de ingresos variables, por lo que es mejor hacerlo por porcentajes para cada rubro.
- No prever las contingencias. En el caso de los freelancer suele haber temporadas de escasez en el trabajo o ventas que no se contemplan en el plan de ahorro. Es necesario tener una reserva financiera mínima equivalente a 3 meses de ingresos.
- Renunciar a las vacaciones y aguinaldo. No es que se renuncie conscientemente a estos beneficios, sino que se toman del ahorro general. Lo ideal sería distribuir un porcentaje de ahorro específico a través del año para estos rubros.
- No contar con cobertura de salud. Por desconocimiento o por considerarlo un gasto en vez de una inversión, los trabajadores autónomos no planean su cobertura de salud. Las opciones son diversas y accesibles: inscripción a los servicios del IMSS a través de la modalidad 44, que permiten acceder a servicios de asistencia médico quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria, mediante cuota anuales anticipadas. Otra opción es la adquisición de un seguro de gastos médicos mayores.
- No tener cuota porcentual para crédito hipotecario. Ya que no se cuenta con un empleador y prestaciones de ley, no se cuenta con la facilidad de acceder a un crédito hipotecario, desde temprano será necesario ir formando un historial crediticio sano.
- Desatender el tema del seguro de vida. Un seguro de vida es fundamental especialmente si se es independiente; debe comprarse una cobertura que abarque también invalidez.
- Creer que el tema de la pensión se resolverá con el tiempo. El trabajador independiente debe planear de manera temprana la forma en que obtendrá su pensión a través de una Afore y un Seguro de Retiro.