Este martes, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas publicó su análisis y perspectivas de la economía nacional que plantea los siguientes puntos a considerar en la actualidad.

La economía pierde fuerza

El PIB registró en el segundo trimestre del año una contracción de 0.1% real respecto al primer trimestre y, de acuerdo con las cifras desestacionalizadas de la estimación oportuna del INEGI, la disminución fue resultado de caídas de 2.1% y 0.3% en los sectores agropecuario e industrial, respectivamente, y de una expansión casi marginal de 0.3% en los servicios. En las cifras de producción industrial también se percibe un comportamiento sin brillo, con un crecimiento de 0.3% real anual acumulado en el primer semestre del año, en el que destaca una desaceleración en las manufacturas. Luego de crecer 3.2% real anual durante el periodo enero-junio de 2017, dicho sector se expandió en solo 1.5% real anual durante el mismo periodo del año en curso.

La inflación repunta en julio mientras que los salarios muestran incrementos más
sólidos, lo que inclina la balanza hacia nuevos ajustes monetarios

Luego de varios  meses que confirmaban una tendencia descendente, al superarse los choques del año
pasado, la inflación repuntó de forma significativa en su tasa anual durante el mes de julio. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.54% en dicho mes, cifra que resultó muy por arriba del 0.38% observado hace un año e implicó una tasa anual de 4.81%. Este resultado representa un repunte respecto de los niveles registrados en mayo (4.51%) y en junio (4.65%) Buena parte del ajuste se explica por el dinamismo de los precios de los energéticos, que aumentaron 1.30% mensual y 17.63% anual en julio.

El aumento conlleva el riesgo de transmitirse a otros precios de la economía. Por una parte, la inflación se desvía significativamente de la trayectoria que había anticipado el Banco de México. Por la otra, los salarios contractuales se incrementaron 5.6% anual en junio y 5.7% anual en julio, lo que además de reflejar un mercado laboral sólido y con poca holgura, puede ser una señal de presión sobre los costos los cuales, tarde o temprano, presionarán la inflación.

El Banco de México está muy atento a la evolución de estos indicadores y, aunque su Junta de Gobierno decidió mantener sin cambio la postura monetaria en su reunión de agosto, es posible que en los próximos meses tenga que recurrir a nuevos incrementos en la tasa de interés de referencia para asegurar que las expectativas de inflación se mantengan ancladas y que la inflación retome una tendencia descendente.

Resultado electoral genera grandes expectativas, como refleja la confianza del
consumidor, y pone la barra muy alta para el próximo gobierno.

Los resultados del índice de confianza del consumidor del mes de julio fueron sorprendentes, ya que el índice total subió 15 puntos hasta un nivel de 105 puntos que no se observaba desde diciembre del 2007, pero el componente que más repuntó fue el relacionado con la situación económica del país esperada para los próximos doce meses, que despegó 31 puntos hasta un nivel de 121.6 puntos, el máximo observado en la historia del indicador. Esto sugiere que el público espera una mejoría importante y generalizada en la economía, entendida como un mayor crecimiento económico, mayor creación de empleos y menor inflación.

Reactivación de plática del TLCAN genera optimismo.

Luego de que se generara un intercambio epistolar “positivo” entre el entonces virtual ganador de las elecciones Andrés Manuel López Obrador y el presidente Trump, comenzó a reactivarse un optimismo sobre la renegociación del TLCAN, el cual ha venido fortaleciéndose, aún más ahora que la delegación mexicana, a la que se incorporó el representante designado por el ahora presidente electo, está negociando en Washington con los representantes de Estados Unidos. Este optimismo parece haber contribuido, en su momento, a la fuerte apreciación del peso mexicano, que llegó a mostrar en semanas previas, niveles por debajo de los 18.50 pesos por dólar. Para lograr consolidar una negociación exitosa, sin embargo, tienen aún que superarse los temas más espinosos: la llamada cláusula “sunset”, la estacionalidad en las exportaciones agropecuarias, el mecanismo para la solución de controversias y el contenido nacional en la industria automotriz. Para ello se requeriría una flexibilización significativa en la postura de la administración Trump.

Menor crecimiento y mayor inflación en las perspectivas.

Entre julio y agosto, las perspectivas económicas del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF presentaron algunos ajustes de marginales a modestos, entre los que destacan las revisiones a la baja en
el crecimiento del PIB esperado para este año y el que sigue, así como un incremento en la inflación pronosticada, especialmente para el 2018, que quedaría en 4.30%. La creación de empleos prevista para el 2018 se reduce en 30 mil puestos de trabajo.

El tipo de cambio anticipado para el cierre del año se reduce 30 centavos para el 2018, a 19.30 pesos por dólar, pero se incrementa 20 centavos para el 2019, a 19.45. De acuerdo a nuestra encuesta, se anticipa que el objetivo para la tasa de interés de referencia se mantendrá sin cambio durante 2018 y bajará tres cuartos de punto durante el 2019, a un nivel de 7.00%. Hay que notar que el resultado electoral producirá no solo un cambio de gobierno, sino muy posiblemente, un cambio en el manejo de la política pública ante una diferente concepción del papel que juega el Estado en la economía.

El presidente electo ha comentado que los cambios serán profundos, y entre estos cambios se vislumbra un mayor accionar del Gobierno Federal en la economía. En los próximos meses seguramente se irán dando muchas definiciones importantes que permitirán revaluar las perspectivas para la economía.

Escenario sujeto a elevada incertidumbre.

Son muchos los factores que influirán sobre la economía mexicana en el próximo año y medio, a la vez que persisten diversos factores de riesgo, especialmente en el entorno global. Debido a ello, el escenario de pronósticos para la economía mexicana está sujeto a un grado inusualmente elevado de incertidumbre.