En la era digital actual, tanto fintech como banca tradicional, se enfrentan a la necesidad de innovar constantemente para satisfacer las expectativas de clientes y para mantenerse competitivos en el mercado. La tecnología se convirtió en un pilar fundamental para catalizar este cambio, permitiendo mejoras significativas en eficiencia, seguridad y experiencia del usuario.
Según estudios de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), más del 70% de los usuarios bancarios en México realizan operaciones a través de aplicaciones móviles, cifra que ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, impulsada por la pandemia y la mayor adopción de smartphones.
Además, en México, el número de usuarios de banca por internet experimentó un incremento del 72% en los últimos años, en 2019, el país contaba con 47.3 millones de usuarios de este servicio, mientras que para 2022, esta cifra se elevó a 81.6 millones, según datos de Statista.
En este sentido, tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) para análisis y automatización, se han vuelto una oportunidad de inversión atractiva. En consecuencia, se invirtieron más de 5.5 mil millones de dólares en tecnología financiera basada en IA en 2022, de acuerdo con el 2024 AI Index Report de la Universidad de Stanford.
Estos datos son una muestra de la dinámica transformación digital que ha experimentado el sector financiero en México, sin embargo, la modernización en el sector fintech y banca tradicional está en continua evolución y con diferentes enfoques, siendo uno de los más relevantes el cumplimiento de las diversas regulaciones que el país ha tenido que ir implementado para mantener la seguridad de usuarios, empresas e instituciones financieras.
Modernización en la era digital
Las fintech, conocidas por su agilidad y enfoque centrado en el usuario, se benefician enormemente de la tecnología avanzada, pueden mejorar la accesibilidad a servicios financieros, ofrecer productos más adaptados a las necesidades individuales y optimizar la gestión de riesgos. La adopción de inteligencia artificial y blockchain, por ejemplo, mejora la seguridad de las transacciones y abre nuevas oportunidades para la inclusión financiera y la expansión del mercado.
Los bancos tradicionales, por otro lado, aprovechan la tecnología para transformar sus operaciones internas y la experiencia del cliente. La modernización de infraestructuras y la implementación de sistemas integrados permiten una mayor eficiencia y mejor gestión de datos. Esto principalmente se refleja en la reducción de costos y les permite adaptarse rápidamente a las demandas del mercado.
“A nivel general la adopción de tecnología en servicios financieros muestra un crecimiento significativo, abarcando áreas como RRHH, producción, marketing, producto, riesgo, operaciones de servicio, finanzas corporativas y cadena de suministro. Este aumento refleja un enfoque en la automatización, optimización y personalización, con énfasis en la gestión de riesgos, la innovación de productos y la mejora de la experiencia del cliente, respaldando decisiones estratégicas y operativas más informadas y eficientes”, acota Damián Méndez, CEO Latam de Stefanini Group.
Tecnología para la protección de datos
Además de impulsar la innovación, la tecnología juega un papel crucial en el cumplimiento de las regulaciones financieras y la protección de datos sensibles que actualmente existen y las que se planean implementar. En este sentido, soluciones avanzadas de ciberseguridad y desarrollo de plataformas son fundamentales para mantener la confianza del cliente y la integridad del sistema financiero.
Siendo así que, en el sector financiero, la colaboración entre diferentes actores del ecosistema y la creación de partnerships estratégicos entre fintech, bancos y proveedores expertos en soluciones financieras digitales, permite la creación conjunta de soluciones innovadoras, adaptables y el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio.
A medida que esta evolución continue, pero con los socios idóneos, el sector financiero estará listo para adentrarse en un futuro digital aún más prometedor en términos de eficiencia, seguridad y experiencia del cliente. La capacidad de adaptarse rápidamente a nuevos avances y las oportunidades emergentes en el sector prometen un paisaje financiero más dinámico y accesible para todos los usuarios.