Moody’s modificó este miércoles la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México a ‘negativo’ desde ‘estable’, pero dejó la calificación en ‘A3’, citando un debilitamiento de la confianza de los inversionistas y de las perspectivas económicas, así como riesgos en las finanzas públicas por la política energética y el papel de Pemex.

La agencia informó, mediante un comunicado, que mantener la calificación ‘A3’ es una medida para equilibrar la economía diversificada, su alta fortaleza fiscal y baja susceptibilidad a riesgo de evento, frente a los desafíos que representan las tasas de crecimiento débiles.

Señaló que la prudencia en la formulación de políticas macroeconómicas de México ha permitido enfrentar situaciones como la caída en los precios del petróleo.

“Primero, políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo. Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega Pemex, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo”, indicó la agencia.

Detalló que la calificación ‘A3/Aaa.mx’ también está respaldada por una banca sana y una estructura de ingresos del gobierno mejorada que ha reducido su dependencia de los ingresos del petróleo, como resultado del aumento constante de impuestos.

Sin embargo, Moody’s criticó la falta de articulación y ejecución clara de políticas, lo cual está erosionando la credibilidad del programa económico y la confianza de los inversionistas, generando un impacto negativo en las perspectivas económicas de México.

En el comunicado, la firma destacó que una evidencia de que el crecimiento económico a mediano plazo está en declive son los déficits fiscales que hacen que la trayectoria de deuda aumente.

La acción política o la inacción podría llevar a Moody’s a concluir que estos riesgos se concretarán, afirmó.

Con información de El Financiero