Esta nueva ley pretende dar certidumbre tanto a las empresas como a los usuarios que operan dinero electrónico.
En términos generales, la Ley creó el término Instituciones de Tecnología Financiera (ITF), para las empresas que brindan servicios y aplicaciones para operaciones financieras electrónicas, aunque en el mercado se les conoce como “empresas Fintech”, contracción de las palabras en inglés Financial y Technology.
Lo más probable es que ya hayas utilizado de manera indirecta los servicios de una ITF y tal vez sin siquiera darte cuenta. El ejemplo más claro son los comercios y servicios que aceptan pagos con tarjeta y utilizan un teléfono o una computadora, en lugar de la maquinita donde tradicionalmente se introducía el plástico.
Las empresas Fintech o IFT son aquellas que desarrollan tecnología, aplicaciones, plataformas o sistemas para realizar operaciones financieras electrónicas. Con ellas, los bancos han firmado un centenar de convenios y alianzas que fortalecen la labor bancaria y consolidan nuevos esquemas de operación.
Si uno se pregunta ¿cuáles son las implicaciones de la Ley Fintech?, la respuesta podría ser en dos sentidos:
Para los usuarios significa:
- Mayor certidumbre en las operaciones financieras electrónicas.
- Más facilidades para realizar pagos y solicitar servicios.
- Mayor gama de productos financieros a su alcance.
- Mejor cobertura geográfica para realizar operaciones.
- Más instituciones para comparar productos financieros.
Para los bancos:
- Ampliación de sus proyectos de pagos.
- Aumento en su capacidad de usar inteligencia artificial.
- Más capacidad de ahorro digital.
- Mayor gama de productos que ofrecer a sus usuarios.
- Mayor cobertura para transferencias nacionales e internacionales.
La nueva Ley Fintech permitirá a México ofrecer más y mejores servicios y una mayor inclusión financiera en beneficio de la población en general.
Con información de Buró de Crédito.