La inflación encarece el costo de los bienes y servicios al deteriorar el poder de compra del dinero. Y al igual que en el caso de los gastos también sería sano considerar un incremento similar a la inflación en nuestros ingresos (sueldos y salarios).

Sin embargo, es una realidad que los ingresos no siempre suben en la misma proporción que la inflación (a veces suben más pero otras veces lo hacen en menor medida).

Existen tres opciones para mantener el equilibrio de los ingresos respecto a los gastos:

  1. Reducir gastos eliminando o disminuyendo rubros de consumo
  2. Buscar otras fuentes de ingreso complementarias o alternas a la principal fuente de ingreso
  3. Invertir los ahorros en instrumentos financieros cuyo rendimiento sea, al menos, igual a la inflación, pero siempre buscar aquellos que paguen una tasa todavía más alta.

No es difícil encontrar opciones (aun para ahorros tan bajos como $100): las cuentas de ahorro voluntario de las Afores, el programa de ahorro Cetesdirecto, pagarés bancarios en Udis, sociedades de inversión y hasta inversiones en la Bolsa de Valores a través de casas de Bolsa en línea.

Considere estas opciones financieras, amplíe su educación financiera, conozca cómo funcionan y a partir de qué cantidad se puede empezar a generar patrimonio con sus ahorros.

Fuente: Revista Proteja su Dinero