El salario emocional es un factor fundamental en la retención del talento. Cada vez más las personas eligen una empresa para trabajar por factores que van mucho más allá del tema salarial.
A partir de la revolución industrial, los expertos en desarrollar y poner en práctica teorías organizacionales y modelos motivacionales siempre se han preguntado por qué las personas trabajan y cuáles son los factores que predeterminan el mejoramiento de la productividad.
Las teorías demuestran que la producción está ligada al sentido de pertenencia de una persona. Si el empleado es aceptado y valorado, es evidente que avanzará con entusiasmo, ya que ésta es una meta compartida con su grupo; y su liderazgo es potente porque el trabajo en equipo, las relaciones interpersonales, la comunicación asertiva, la felicidad y valores generan un alto grado de responsabilidad frente a lo asignado.
El salario emocional es un concepto asociado a la retribución de un empleado en el que se incluyen cuestiones de carácter no económico cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador mejorando su calidad de vida y fomentando la conciliación laboral.
Por lo tanto, no se trata de recibir una cantidad de dinero mayor, sino de recibir prestaciones que el trabajador entiende como beneficios más valiosos que el dinero.
Las ventajas del salario emocional para una empresa son:
1. Índices bajos de rotación del personal.
2. Reducción de gastos relacionados con la selección, formación y administración del personal.
3. Niveles bajos de ausentismo.
4. Empleados satisfechos son empleados con elevados índices de productividad y competitividad.
Lo que valoran los empleados Hay cuatro características básicas presentes:
1. Condiciones suficientes para trabajar a gusto.
2. Condiciones ambientales del espacio de trabajo.
3. Compañerismo en las relaciones laborales.
4. Conciliación de trabajo y familia.
Por lo tanto, las empresas deben centrar sus esfuerzos en cinco aspectos:
1. Factores de desarrollo profesional y relacional. Si son satisfactorios, se presenta el crecimiento profesional y el bienestar laboral.
2. Factores de compensación psicológica. Dentro de estos factores se encuentra el sentido de utilidad, autonomía y de reconocimiento del ser humano, así como identificación con la empresa en la que colabora.
3. Factores de conciliación familiar y personal. Básicamente dan tranquilidad y sensación de orden en la vida de las personas.
4. Factores de retribución variable y fija. Contribuyen en el incremento de la satisfacción y ayudan a construir relaciones más duraderas; se encuentran satisfactores en prácticas como participación en acciones, utilidades o bonificaciones por cumplimiento de metas establecidas conjuntamente.
5. Factores de valor añadido. Se constituyen en extras a favor del empleado y, por lo tanto, de la empresa. Se encuentran beneficios en la ubicación geográfica, el bajo nivel de “burocracia” y el estímulo para perseguir grandes sueños, que mejoran la calidad de vida y el desempeño laboral.
CON INFORMACIÓN DEL INSTITUTO MEXICANO EDUCATIVO DE SEGUROS Y FIANZAS