Si estás dudando sobre si te es pera ti un seguro de gastos médicos mayores, si te conviene; considera las coberturas básicas que estos seguros tienen:
• Honorarios médicos con y sin intervención quirúrgica.
• Gastos hospitalarios (habitación, alimentos, estudios de laboratorio y gabinete, sala de operaciones, curaciones, terapia intensiva, transfusiones de sangre, medicamentos dentro del hospital, equipo de anestesia, atención general de enfermería).
• Terapias de rehabilitación (física, neurológica, hidroterapia, fisioterapia) necesarias a consecuencia de un accidente o padecimiento cubierto, siempre y cuando sean prescritas por el médico tratante.
• Tratamientos de radioterapia y/o quimioterapia prescritos por el médico tratante.
• Cirugía reconstructiva a consecuencia de un accidente y padecimiento cubierto, siempre y cuando sea médicamente necesario.
• Estudios de laboratorio y gabinete, indispensables para el diagnóstico o tratamiento de un accidente o padecimiento cubierto.
También puedes contratar coberturas adicionales como emergencias en el extranjero, muerte accidental, pérdidas orgánicas, asistencia en viaje, eliminación de deducible en caso de accidente, gastos funerarios, entre otras.
Antes de contratar un seguro:
1. Analiza cuáles son tus necesidades y las de tu familia.
2. Acércate a un agente de seguros y explícale qué es lo que necesitas. Asegúrate que cuente con cédula vigente expedida por la CNSF.
3. Compara al menos con tres aseguradoras y evalúa a detalle las ventajas y desventajas de
cada opción.
4. Lee tu póliza y no te quedes con dudas.
5. Asegúrate que puedes pagar el deducible pactado.